lunes, 1 de mayo de 2023

El mundo que aún no es (opinión)

 


¿Son los pocos ubicados en posiciones dominantes quienes realimentan un mundo desigual que los favorece, o son los muchos? Seguramente se trata de una pregunta irreverente, pero jugar con ella un rato me permite dejar de alimentar un mundo bipolar de buenos y malos que no se sabe de dónde han salido.

Hay creencias que se tachan de supersticiones. La cinta roja en el espejo del auto, el amuleto para la buena suerte, pisar con el pie derecho al entrar a un lugar... Creer que mañana o por un tiempo seguiré vivo permite planificar, soñar y hacer proyectos.

Las creencias más poderosas sostienen el mundo incluidos nosotros. ¿Qué otra cosa es un imaginario social sino la creencia generalizada que organiza la realidad? (1) No comparto la posición materialista de algunos referentes que replican el absolutismo del “es la economía estúpido”. La materialidad conforta o duele, pero las preferencias políticas, los amores y desamores, no están determinados solo por la plata que se tenga en el bolsillo y sobran ejemplos.(2)  

Es improbable tocar el tema creencias sin herir susceptibilidades, menos si son las que justifican al mundo. Cada vez que una nueva mirada tocó el centro nervioso del orden social, la creencia respondió con ferocidad. Asi ocurrió cuando el credo generalizado era ver en todo la obra de Dios y la ciencia comenzó a problematizar e interrogar el entorno y a sacar conclusiones diferentes. Ni siquiera resultó fácil para los pioneros de aquella ciencia liberarse del influjo de la época. Practicaban un nuevo método de buscar la verdad, pero persistían en concebirla tan absoluta como sus oponentes teológicos (3). Hoy, algo similar se observa cuando los medios de opinión  –críticos del statu quo- continúan posicionándose en el andamiaje de lo que critican. 

Para Zizek, (4) la creencia no es un simple velo que impide ver sino aquello que “sostiene la fantasía (5) que regula la realidad social efectiva”.  Si se desarticula, lo que se desintegra no es la psiquis sino la realidad. El mundo no es tan sólido ni tan firme. Cada observación, cada razonamiento y cada acto contienen una buena parte de fantasía aunque todo se supone sólido.

La fantasía compartida es la más difícil de descubrir. Desvanece su rastro y se integra a la realidad. Un poder mental que direcciona el sueño colectivo y sedimenta paso a paso. Cuentos infantiles,  héroes,  juegos,  leyendas,  valoraciones del hogar, amigos, escuela; ponen las condiciones para que,  poco a poco, las aspiraciones se consideren elegidas y propias.

Nadie se alza en contra de sus fantasías. Nadie que sueñe la posibilidad de protagonizarlas va a hacer algo por desarmar su castillo. Si la habilidad de algunos en acumular riqueza es replicable, si con dedicación e iniciativa se puede estar también allí, ¿cómo se querría nivelar para abajo tan hermosas pretensiones?

La teoría del derrame pacifica las almas menos emprendedoras. Son quienes esperan que finalmente la acumulación de algunos sea buena también para ellos. Una enorme porción de ciudadanos cree e incorpora ese discurso y es difícil suponer que lo hagan por ingenuidad. Es más probable que sea con la complicidad de sus fantasías en expectativa.

Algo similar ocurre con la mano invisible del mercado. Dejar la comercialización regulada por la mano invisible se mantiene pese a innumerables ejemplos donde para quien quiere ver e informarse, es evidente que los movimientos del mercado no son un fenómeno natural sino que responden a las acciones de aquellos que tienen las mejores cartas para el juego.

Pero para muchos es mejor que sea así: libre; porque si el mercado fuera regulado por el Estado se perderían la posibilidad de ser un grande. Una vez más la complicidad para llegar a ser parte del sector privilegiado y además de plata, ganar autoridad y ventajas inconfesables. ¿Cómo destruir una oportunidad así? ¿Cómo resignarse a ser del montón cuando están abiertas las puertas del paraíso a la espera que uno llegue?

Por fortuna y algún factor de diseño, el encantamiento nunca se apodera de la totalidad de la mente, al menos… de algunas mentes o de algunos momentos. La humanidad resguarda un espacio de libertad con el que se conectan la desobediencia, la chanza, la irreverencia. Desde allí surge lo inesperado y van algunos ejemplos.

La irrupción de lo real (6) desbaratando la realidad, se expresó en el tildado “aluvión zoológico” en 1945. En esa oportunidad un sector mayoritario de la sociedad invisibilizado en lo político, irrumpió en escena y se integró como un actor relevante.

La inscripción en el orden simbólico de la cultura se mostró en el turismo social implementado durante los primeros gobiernos de Perón. Argentinos de todas las clases sociales descubrían su país y  fundamentalmente se encontraban con otros argentinos. Algo similar ocurrió en los juegos evita donde no se buscaron glorias deportivas. Ambas apuntaron a construir un pueblo saludable que pudiera encontrar la patria en el otro y construir identidad e historia.

Un ejemplo de lo imaginario modificando la realidad es la historia de la astronáutica en la Argentina. A fines de los años cuarenta, se imaginaron, diseñaron y crearon vehículos aeroespaciales, cuando nada de eso existía en el país. El primer cohete fue el Tábano (1950) y llevó  sus progresos a la serie Gamma-Centauro con más de veinticinco lanzamientos de los cuales el realizado desde la base Teniente Matienzo en la Antártida (1965) convirtió a la Argentina en el tercer país en lanzamientos, después de EEUU y la URSS. (7)

Cuando el sentido de la acción, se independiza de lo que le beneficia o no a cada uno, la humanidad es capaz de construir una comunidad igualitaria, solidaria entre sus vecinos y pujante de la cual enorgullecerse. Tal vez así, con menos romanticismo y adulación que en los sueños, se está más cerca de otro mundo, el mundo querido que aún no es, o tal vez el que aún no prevalece.


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(1) Por realidad se entiende la estructura conformada con elementos reales , simbólicos e imaginarios. A diferencia del concepto realidad, lo real es un término lacaniano que refiere al límite material; a lo que hay en el objeto más allá de lo imaginario y lo simbólico, si bien sin ellos no puede registrarse. Derecho Clásico, cátedra de Gonzalo Barciela y Alejandro Bresler, Universidad de Madres de Plaza de Mayo, 2008.

  (2) El rechazo a ciertos políticos por parte de los beneficiarios de sus políticas. El descrédito por la celebración del cumpleaños de la primera dama en plena pandemia.

  (3) Bertrand Russell “Religión y Ciencia” Fondo de Cultura Económica, Ediciones Nuevo País, Buenos Aires 1987. (pág.9 -14). 

 (4) Zizek, Slavoj: “El Sublime Objeto de la Ideología”, pág.61-78. Siglo XXI editores 2009, 1a ed. 2a reimp.

  (5) Se entiende por fantasía la facultad de representar entidades o hechos existentes fusionados con otros imaginarios. Jakob Frohschammer (1821-1893) en Phantasie (Die Phantasie als Grundprinzip des Weltprozesses, 1877), estimó que “sin el principio de fantasía no puede entenderse ninguna novedad y ningún cambio en el universo. La fantasía es el principio del mundo como ser orgánico y del alma como ser espiritual. Es asimismo el principio de Dios, el cual produce el mundo por medio de la fantasía”. José Ferrater, “Diccionario de Filosofía” Tomo I, pág.634-635. Editorial Sudamericana Buenos Aires (versión pdf de la quinta edición)

  (6) Tomo los tres registros lacanianos no con el objetivo de complejizar sino de ordenar conclusiones prácticas.

  (7) El proyecto Cóndor con posibilidades misilísticas fue el último desarrollo. A partir de presiones de EEUU, Israel y Gran Bretaña (1991) se desmanteló destruyendo instalaciones y motores en existencia. La construcción de cohetes se estancó hasta el 2007, cuando se lanzó el primero de la serie Tronador - https://bit.ly/2ZvdjhH

La ilustración de la nota es obra de Marcos Pampillón - http://grafitudes.blogspot.com/