miércoles, 17 de diciembre de 2014

El Estado y el Derecho como producto histórico (opinión)

Heráclito, opuesto a Parménides, sostiene que una cosa puede ser o no ser idéntica a si misma según se la observe en un momento o a lo largo de su proceso. La variabilidad en el principio de identidad que emerge de su pensamiento, permite suponer que cuando ha pasado un tiempo considerable, es razonable que lo que fue válido en un momento, pueda no serlo en la actualidad.

Afirmada en el principio de identidad de Parménides -indiferente a la variabilidad que supone el paso del tiempo- la Corte Suprema en sus fallos utiliza sus afirmaciones en el pasado como importante, asidua y constante fundamentación.

Bidart Campos en otra versión de la misma postura define: “es la voluntad real o histórica del autor de la norma la que tiene que desentrañar el intérprete. Y es esa misma voluntad la que debe ser realmente respetada cuando el intérprete hace funcionar la norma”. Desde el mismo lugar onsidera posible una “reforma” constitucional, pero no un cambio de sus paradigmas o dogmas. Aduce que de hacerlo se vulneraría la “parte pétrea” de la Constitución, no obstante reconocer que tales “contenidos pétreos” no obtienen esa invulnerabilidad de la propia letra de la norma, que no los define de ningún modo. Más bien facilita todo lo contrario: el artículo 30 dice que la constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes.

Volviendo a Heráclito y Parménides: según la postura filosófica que prime será la Argentina de siempre o la Argentina posible. No obstante la alternativa, es fácilmente reconocible que convenientes tradiciones dirigen la mentación de referentes constitucionalistas y de muchos jueces. Frente a estas tradiciones duras de mover, se estrella el ímpetu de las necesidades político-sociales; chocan y rebotan contra el muro de una tradición jurídica autoafirmada en el convencimiento de sus certezas.

Para Enrique Arias Gibert es indispensable que “la estructura del Estado y del Derecho estatal (o, por lo menos, lo que éste dice de sí)” sean entendidos “como producto histórico” y no “como una figura ideal, una forma que trasciende el tiempo y el espacio”. La estructura del Estado y del Derecho son un producto histórico, una construcción y para deconstruir la ideología opuesta que estructura la conducta más generalizada, es fundamental  historizar y contextualizar. Pero claro, seguro que esta tarea necesita más interrogaciones que principios pétreos.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA: Arias Gibert, Enrique (2008) Tesis Doctoral // Bidart Campos (2008) Manual de la Constitución Reformada.