Cuando el tiempo avanza

Ese último día de creación había sido largo, tedioso. La patrulla del ZX24 encontró a Astron dormido. Parecía dormir un sueño de siglos, recostado en el suelo con la barba desordenada cubriendo parte de su piel negra. Los tres tripulantes no pudieron dejar de sonreír. Aún Azai, tan solo un novato en capacitación. Su instructor Zoilen, comentó:

— Siempre con la pretensión utópica con la que algunos de los nuestros quieren hacer las cosas… ¡Tan perfectas y aburridas! Nunca pasa nada fuera de lo esperable y eso es soporífero. ¡Imposible no dormirse! Tratemos de arreglar un poco este desastre...

El sistema solar era un desafío importante en la carrera de Astron. Por fin había podido crear vida en un sistema completo y verlo funcionar sin que fuera un simulacro virtual. Había muchas ideas atesoradas en su mente y le había costado tranquilizar su ánimo hasta dar inicio al primer día; pero después de seis largas jornadas, lejos de disfrutar, daba la impresión que el final de obra lo había aburrido hasta el punto de quedar profundamente dormido. 

 Barnek, la única mujer del grupo, miraba con curiosidad. Algo muy distinto estaba ocurriendo con Zoilen, que parecía no necesitar ver mucho más y se puso a buscar información y soluciones en el plexo informático de la nave. Al poco tiempo, se acercó a sus compañeros con unas esferitas de cristal y con ánimo de capacitar al novato, comentó los fundamentos de lo que era central resolver. 

— Aquí tengo algunos cambios para el diseño de Astron. Según el análisis del plexo, la deficiencia más evidente del sistema es que el tiempo pasa, pero no avanza. Es decir, se recircula una misma escena inicial y no se producen nuevas alternativas que provoquen desarrollo. Según se enseña en Maga, los cambios de situación, los nuevos problemas, son los que generan el tiempo. Cuando una misma situación o un mismo problema se repiten, el tiempo pasa pero no avanza. Cuando aparece algo nuevo a solucionar, ese aprieto existencial hace que el tiempo avance.

— Es simple, pero para alguien tan perfeccionista como Astron, es difícil de aceptar. ¿Cómo va a diseñar problemas en un mundo perfecto?

El paisaje circundante confirmaba las palabras de Zoilen. Los rodeaba el majestuoso porte de cientos de tepuyes y justamente en uno de ellos estaban posados. Las paredes de esas fabulosas montañas completamente verticales y cientos de metros más abajo, una jungla inmensamente verde e impenetrable, que con dificultad trepaba a sus cimas planas. 

— Es realmente difícil sugerir la necesidad de imperfección ante semejante belleza —comentó Azai.

— Puedo asegurarte que es así —contestó Barnek y con paciencia agregó:

— En la especialización en equilibrio-desequilibrio, aprendí que el punto de partida para la evolución de cualquier organismo es su capacidad de asumir riesgos. Un organismo que se cierra a las transformaciones, no evoluciona. ¡Es fácil de entender!, sin embargo para estilos mentales como el de Astron, no parece que lo sea. La naturaleza evoluciona generando errores. Sin errores no habría posibilidades de diversidad, algo fundamental para adaptar los sistemas nerviosos a un medio cambiante. Si la continuidad de la especie consistiera en producir solo réplicas exactas, el universo —que sí cambia— acabaría extinguiéndola.

— Claro que errar también implica peligro y por eso se habla de capacidad de riesgo. Alterar intencionadamente la réplica, puede producir aciertos, pero también desaciertos en ocasiones fatales. En laboratorio hemos evaluado apenas un pequeño porcentaje de aciertos, numerosas intrascendencias y no pocos fracasos. Por lo general disponerse a evolucionar tiene su costo.

— ¡Así es!, a eso apunta la primera de las esferas —completó Zoilen.

— La segunda en cambio, no afecta algo en los sujetos. Está destinada a producir constantemente nuevos problemas en cualquier campo o medio externo en el que operan. Uno de nuestros diestros le proporcionó un límite con el objetivo de no exponerlos a una fuerza tan desproporcionadamente superior que sin dar chance los desintegre. Los problemas en el mundo circundante, sean con existencias ajenas o con iguales de la especie, solo aparecen cuando ya existen condiciones materiales para resolverlos, aunque esa solución todavía no esté avistada.

— Para el perfeccionismo de Astron, eso de autoboicotear su creación exponiéndola permanentemente con apremios y riesgos, es una gragea realmente difícil de tragar. ¡Y a la vista lo que ha hecho!

— Si, si, de acuerdo —acotó Barnek.

— El tiempo avanza en tanto y en cuanto existan nuevos problemas. 

En el interín, Astron seguía durmiendo. Ni siquiera la presencia de la patrulla había logrado perturbar su sueño.

— Vaya a saber cómo interpretará luego lo que hemos hecho mientras dormía. A qué entidad maligna será capaz de responsabilizar por las desventuras de su mundo perfecto. Trataremos de explicárselo nuevamente cuando el transbordador lo regrese a Maga. Por último, volviendo a nuestros retoques —agregó Zoilen

— La última de las esferas está destinada a un momento posterior de la evolución, pero que sabemos previsible y  esperable. Cuando los organismos que creó con nuestra apariencia generen un sistema nervioso más complejo, si no se introducen variantes en el diseño actual, no pasarán de coordinar las funciones básicas. 

— Para ese momento esta última esfera agrega cuestionamientos, dudas y capacidad de contradecirse. Sin reversibilidad sobre la propia convicción de realidad, no hay cambio posible y por lo tanto la evolución se cierra por la imposibilidad de acceder a circuitos de coordinación y comprensión más complejos. En Maga hemos estudiado bastante esto y sabemos que si por extrema vanidad o sostenido éxito, se obtura esa capacidad; el envenenamiento por realimentación unívoca termina produciendo demencia, generalmente nociva para todos y sobre todo para los pares de especie. 

—Por último, otra funcionalidad de la tercera esfera, es dar transitoriedad a los individuos, plazos que permiten renovar  operadores desde cero e impiden consolidar dogmas. Esa es una eficaz válvula de seguridad que previene la demencia en todos los desarrollos cerebrales primarios.

***

Nuevamente a bordo de ZX24, Azai mostraba en su rostro el impacto de crecimiento que el trabajo de campo le había generado. Conectaron con la nave madre para confirmar el reporte del trabajo hecho. Ena los saludó con voz pausada.

— Hemos monitoreado todo lo que han hecho y consideramos que han realizado un trabajo excelente. Queda no obstante un elemento residual, pero es necesario que sepan que al momento de la intervención ya no era modificable. Será una esporádica reminiscencia de un pasado que ya no existe. Esperemos que las búsquedas fallidas que oriente en algunos no produzcan excesiva pérdida de potencial. Cuando la vida en ese mundo desarrolle finalmente un sistema nervioso capaz de modificar su naturaleza e incluso abandonarla, mantendrá en un rincón de su cerebro, la añoranza del equilibrio perdido. 

La tarde caía sobre la reciente creación y la patrulla del ZX24 al despegar recibió desde el centro del sistema el dorado de la incesante luz de su estrella central. Zoilen, Barnek y Azai dieron una última mirada a los majestuosos tepuyes que se alejaban velozmente insertados en un interminable verde. El mundo ideal de Astron había dejado de existir.