En las afueras
los arrabales,
desarmadero gran chatarral
juegan los niños
despreocupados
en la carcaza de un viejo ford
Bajo la sombra de las acacias
la abuela teje y mira sin ver
mientras el hombre
pieza tras pieza
va recortando lo que ya fue
Es una tarde de cielos claros
de torta fritas con cimarrón,
vuelan mansitos
los naranjeros
con su plumaje multicolor
Un laberinto de chapa y charcos
lejos del siglo cerca de dios
lejos del mundo
de ojos azules
de la promesa de un día mejor